viernes, 2 de diciembre de 2011

Tiene tiempo que no tomo la hoja para escribir, quizá es miedo a la crítica o que no tengo mucho que decir, no lo sé, pero a veces uno debe enfrentarse a ciertos aspectos para poder continuar con otras labores ¿Por qué? Es simple, desde que dejé de escribir no dejo de pensar en el papel, es como si varias ideas quisieran salir de pronto, pero algo las detiene, una barrera; posiblemente diría algún psicólogo que tuve un suceso traumático con la hoja en blanco, sin embargo el único trauma que tengo con este objeto de inspiración es el hecho de que al verlo se borran las palabras, lo curioso es que en estos momentos no sucede: Usted, mi querido lector, se encuentra leyendo estas palabras.

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